jueves, octubre 19, 2006

Más simple que el mecanismo de un botijo.

Señores, ¿de donde viene esa expresión popular que define la simpleza de una persona?. Decir "eres más simple que el mecanismo de un botijo" es una frases de esas con sabor popular, con un poco de mala leche y que no se sabe por qué coño se dicen (o por lo menos yo no lo sé). Mi progenitora, hipocondríaca de pura cepa, acostumbra, desde hace tiempo, a plantarse delante del televisor, en las sobremesas de los sábados, para ver Salud al Día: el programa de Canal Sur que nos hace sentir cada findesemana mejor con nosotros mismos porque... "eres afortunado, no estas enfermo".

Es el propio presentador el que contribuye a crear esa atmósfera. Ni la famosa careta de "V" (el del comic) puede estrirar tanto las quijadas como él, está tan tensa su ma
ndíbula, tan perfectamente empastados sus dientes, que te preguntas... "como hablará ese tío sin perder la sonrisa" (es técnicamente imposible, lo más seguro es que sea cirujía o hilo de tanza en plan marioneta de Barrio Sésamo). En definitiva, transmite ese buen rollo durante todo el programa; da igual el tema que plantee o la sección que presente... su sonrisa perenne siempre lo acompaña. "El cáncer hace estragos en nuestra sociedad" (sonrisa) "ahora daremos paso a un interesante reportaje sobre los enfermos de alzheimer" (sonrisa) "la peste bubonica aparece de nuevo en europa" (sonrisa). En fin, buen rollo a toda costa.

Una de las partes del programa que me llama más la atención es cuando se hace una "desconexion" con uno de los colaboradores que a saber son: un nutricionista que aparece con una termomix al lado, un fisioterapeuta que siempre sale luciendo palmito en la playa, una dermatologa que siempre sale con una niña medio en bolas en una camilla y (mi favorito) el profesor bacterio; un físico (o químico) que aparece en su laboratorio de profesor chiflado.

El otro día me sobrecogió la desconexión que se hizo con el profesor chiflado, ya que este, en su entorno habitual de p
robetas mas secas que el ojo un tuerto y pipetas con más polvo que Sara Montiel, estaba acompañado (e incluso sostenía) un botijo!. "Coño, un botijo" y el profesor, aún riesgo de parecer más tonto, explicó el mecanismo del botijo. Que no es simple; miren lo que dice la wikipedia:

El principio de funcionamiento del botijo es el siguiente: el agua se filtra por los poros de la arcilla y en contacto con el ambiente seco exterior (característica del clima mediterráneo), se evapora, produciendo un enfriamiento (2.219 kilojulios por gramo de agua evaporada). La clave del enfriamiento está pues en la evaporación del agua exudada ya que disipa la energía térmica del agua del botijo.

"Joder"! Que son 2.219 kilojulios. Que no son kilos sólo, que tambien llevan julios. Y la verdad es que no tengo ni zorra de que es un julio porque yo soy de letras, pero coño... JULIO CESAR!! Un pasote. Vamos, que el garrulo más cerrao de toda Andalucía cuenta con una máquina refrigeradora del copón y encima, que no gasta luz. Y es que el botijo, entre la fama que le están dando en el Salud al Día y con la propaganda que tienen las energías limpias y renovables, no es extraño que dentro de nada no veamos más en el Carrefour las botellas de Fontvella con agarrafácil: ahora se venderá en botijo, que el agua está más fresquita y no cuesta nada, oiga! 2.219 kilojulios, una ganga!

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