jueves, octubre 05, 2006

Death ask for the bill (again)

Hoy se ha presentado la muerte en mi vida. No ha sido nadie cercano (menos mal) pero si ha rozado a mi familia; ha fallecido un primo de mi madre.

La noticia me ha cogido trabajando, de sorpresa, y aunque no lo conocía de nada... me ha impresionado mucho. Ha vuelto a mi ese extraño deje que siempre me ha oportado la muerte: no la sensación de tristeza ante la muerte de un ser querido, sino la terrible sensación (casi paranormal) de que alguien deje de existir.

No sé explicarlo bien. Supongo que si fuera alguien de mi entorno también influirían los sentimientos (obviamente), pero cuando ves la muerte de forma objetiva (si es que se puede) me invade constantemente el miedo a lo desconocido. Y no tanto por con lo que se pueda encontrar el difunto en su camino (si es que lo hay), es más el miedo a lo que no queda. Donde antes había algo, ahora no hay nada. Es algo más que un muñeco roto, somos algo más... o desde luego esa es la sensación que me da.

¿Donde esta esa energía vital, esas conexiones que no pueden ser reparadas? No es un sueño, es la muerte... la soledad del muerto, el miedo a lo desconocido. Se me pone la carne de gallina!

1 comentario:

trabancos dijo...

A veces, la vida presenta su factura y la cuenta no suele salir barata.
A veces, la factura ni tan siquiera se corresponde con lo que hemos encargado y el cargo a la tarjeta de crédito nos deja la cuenta vital en números rojos.
A veces, te ves negro para pagar un traje, a veces te ponen un traje negro y con ello pagas tu cuenta...