martes, julio 31, 2007

¿Cómo estás?

¿Cómo estás?

Tan fácil y tan complicado como eso. Últimamente parece que esa pequeña e insignificante frase se ha borrado de los labios y las gargantas de mis conocidos. Se suceden las conversaciones estúpidas, tópicas y repetitivas de siempre, cuando, mi mente, se obceca en volver a escuchar la pregunta mencionada. La considero como un pistoletazo de salida, una ventana por la que saltar sin pensar si voy a estrellarme contra el asfalto. Los días pasan y me doy cuenta de que todavía no me he desahogado, de que, por mi mente, desfilan, como fuegos fatuos, miles de sentimientos de odio, amor, cambio y desdén que se comprimen en mi mente, como si de una olla exprés se tratara, y que no encuentran ninguna vía de escape.


Callo
y, sin embargo, dentro de mí, grito como las locas por expresar todo lo que siento, todo lo que pienso, las ganas de golpear a algunas personas que albergo y las de besar a otras que tengo. Muchas veces me duele la cabeza y escribo como una estúpida interminables ríos de tinta privados que no me llevan a ningún sitio, que no me reconfortan y que me sumergen aún más en una vorágine de pánico y soledad que me consume. Nada funciona.


Nadie me pregunta como estoy y, en mi neurosis, invento todo tipo de excusas para comprender por qué el milagro no se produce. Pienso que todos saben lo que se cuece en mi cabeza, el gran galimatías que reside en mí y del que ni yo misma tengo explicación; que no pueden ayudarme, o que no tienen ganas de aburrirse con mis estúpidas ideas del mundo y de todo lo que hago mal. Quizás no se acuerden. Siempre he pasado tan desapercibida, siempre he sido tan transparente, siempre tan reservada y discreta, que quizás no sepan que deben preguntarlo y que igual creen que no pasa nada: ¿qué podría pasar?


Otras veces, agradezco que no lleguen a preguntar... para no volver a darle ocasión a mi mente de que siga pensando, para no darle alas a mi pensamiento, a mi corazón. Me autopsicoanalizo constantemente. En un papel mi corazón, en otro mi cerebro habla. Hace meses que no llego al trabajo con los ojos hinchados de llorar. Eso es bueno. Sin embargo, la reciente cura de esa conjuntivitis alérgica que algunas mañanas causaba tremendos estragos en mis ojos, no ha llamado la atención a nadie. ¿Me he vuelto invisible de nuevo?


((Por cierto! Hoy empiezan mis vacaciones!!))

8 comentarios:

Ray Rudilla dijo...

Hola, ¿cómo estás?

Ray Rudilla dijo...

Felices vacaciones, disfruta y se mala.
saludos

joerace dijo...

Hace años conocí a una persona que siempre entraba en la oficina con un mal gesto, hablaba con un mal gesto, llevaba la tristeza o la desgana asociada a cada movimiento. Un día me la encontré en el supermercado y la cajera, una chica muy amable y sonriente, la trataba de la misma manera. Quizás no te pregunten nada o te hayas vuelto invisible simplemente porque a ellos les resulta más fácil llevar su día a día de esa manera. Cosas como "mis estupidas ideas del mundo", "me he vuelto invisible", "mi neurosis", "ganas de golpear a algunas personas que albergo"....
Aprovecha las vacaciones. Como nunca en tu vida. Quizás así todo vaya un poco mejor a tu vuelta.
Suerte.

Anónimo dijo...

Lo intentaré decir de forma que no suene a chino.

Es un problema del sistema de valores.

Todos tenemos un sistema de valores, que es el que determna que valor le damos a cada cosa... no se si lo elegimo o nos viene impuesto o si cae sobre nosotros al azar como las piezas de un tetris.

El problema consiste en que intentamos ser nosotros los que nos amoldamos a este "caotico" sistema de valores porque es mucho mas comodo que pararnos a amoldar el sistema de valores a nosotros mismos. Y es esto ultimo lo que deberiamos hacer... si cuidamos nuestra ropa, nuestros dientes, nuestra figura, nuestros hobbys... porque no cuidamos nuestro equilibrio emocional?

Por cierto saber como sentirse uno es el principio de todo.
Asi que buen comienzo.

La estima no es algo que se encuentre en los demas sino dentro de uno mismo.

Y digo todo esto porque yo pase por algo asi a mis 28 años y las pase putas y reputas... hasta que fui donde un profesional e hice una de las mejores inversiones de mi vida:
Pedir Ayuda a Un Profesional.

Reparito 2.07

pd. Mi blog no se va de vacaciones... que conste!!!

Tony Astonish dijo...

Pues yo también pasé por una racha parecida en la que a veces parece que seas invisible para los demás... Y a veces en el trabajo sigue ocurriendo que yo soy invisible a veces para alguien, pero también hay compañeros que pasan invisibles para mí... La gente que de verdad me importa sí sé cómo está y ellos saben cómo me encuentro yo, para el resto soy invisible y lo prefiero...

Espero que con tus vacaciones puedas tranquilizarte y poner en orden tus ideas...

¡¡Felices vacaciones!!...

Besos.

Anónimo dijo...

Hola Escapista.

Te deseo que pases muy bien tus vacaciones.

Me alegro que ya no llegues al trabajo con los ojos hinchados y me da pena que los que te rodean no se pecataran de ello.

No te pregunto "como estás", porque al leer este post yá me hago una idea...

Te mando un abrazo.

Yahuan dijo...

Sí, parece que el "¿Cómo estás?" incluso se ha convertido en un "¿qué tal?" sin sentido ni sentimiento. Supongo que a todos nos pasa de vez en cuando eso que dices, que pueda parecer que a veces ... eso, pero supongo que aunque sea un poco así, sólo lo parece.

Anónimo dijo...

Jajajaja esta bueno