domingo, noviembre 26, 2006

Vuelve Take That!

Tras 10 años de silencio, como grupo, y con algunos descalabros profesionales de por medio, Take That vuelve a los anaqueles de nuestras tiendas de música y a los primeros puestos en descarga peer-to-peer. Sin duda la pequeña gira que realizaran, en primavera, por todo el Reino Unido, ha sido el motor de su inminente regreso y del lanzamiento de su nuevo disco. "Beautiful World", que así se llamará el último vástago del grupo, verá la luz mañana (27 de Noviembre). Los cambios son significativos: además del sutil giro de estilo y de ciertos cambios en algunas voces, no pasa desapercibida la nueva conciencia autónoma de cada uno de los integrantes . Pasaron a la historia aquellas canciones en las que sólo Gary se lucía y los demás le hacían los coros. En su nuevo disco, no sólo Mark y Howard cantan varias canciones, sino que hasta Jason Orange se atreve a hacer sus pinitos como solista.

Otro aspecto bastante destacable, es que los cuatro integrantes de la boyband han mejorado con la edad. Como el buen vino, se han desprendido de sus antiguos looks para adoptar una estética más seria y adulta. Si todavía soñáis con sus cuerpos embutidos en cuero a la moda de los primeros años o con el look "romanticón" del "Everything Changes", debo deciros que nada de ello encontrareis ahora en los integrantes del grupo de Manchester. Del mismo modo que, si por el contrario, añoráis al bueno de Rob, perdéis el tiempo buscándolo ya que ha rehusado a unirse a la fiesta, algo totalmente comprensible no obstante.

Su primer single se llama "Patience" aludiendo al tiempo que han necesitado tomarse para dar este gran paso en sus carreras. De hecho, el video -que os dejo en el post- muestra a los chicos caminando, a duras penas y micrófono en mano, por caminos inhóspitos hasta llegar a reunirse. Ni que decir tiene que están todos guapísimos, especialmente Jason que tiene un extraño parecido con Daniel Day-Lewis en "En el nombre del padre", aunque, realmente, me quedo con Mark, como siempre. Sea como fuere, la canción tiene buena pinta y muchos le auguran éxito.



Sin embargo, no todo va a ser flores en la viña del señor. Han pasado 10 años y, quieras o no, las cosas se ven de otra manera después de tanto tiempo. Te das cuenta de circunstancias de las que, con 14 años, obviamente, no te dabas cuenta. Una de ellas es la escasa participación del grupo tanto en la ejecución como en la creación de las propias canciones. Quiero decir que, antes, la filosofía de Take That consistía en un chico regordete que cantaba bien y componía bien, siendo, el resto de los chavales un mero adorno. Con el paso del tiempo, algunos, como Robbie, fueron tomando protagonismo: cantaban como solistas, de vez en cuando. Mark cantó, en total, dos canciones y Howard hizo lo mismo. Lo que uno se pregunta es, ¿qué hacían el resto del tiempo?. Lo más alarmante es que sólo escuché a Jason una vez cantar una canción como solista y ¡fue en un concierto!.

Supongo, que echando la vista atrás, Take That tuvo que convertirse, en los últimos años, en una bomba de relojería. Por un lado estaban cuatro integrates del grupo que sólo hacían coros y cantaban, aunque, de vez en cuando, tenían el honor de poder lucirse en soledad. Frente a ellos estaba Gary, el que ganaba dinero y el respeto de la crítica. Pero, desde el punto de vista del cantautor, tuvo que ser también muy duro. Cantas, compones, bailas (es decir, todo), tienes que compartir las ganancias con cuatro que están de atrezo y encima le caes mal a todas las fans: porque a todas nos caía fatal Gary, es o no?

En definitiva, ya veremos cuanto aguantan de nuevo juntos. Yo iré mañana mismo a por mi disco.

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