jueves, marzo 29, 2007

¿Dónde están mis sentimientos?

Parece mentira que, tan sólo hace unos años, rellenara varios cuadernos con poesías. Los veo y no puedo entender dónde se encuentra esa capacidad mía para expresar mis sentimientos. Leyendo aquellos poemas, tan íntimos míos, tan propios de una vida no mejor que esta, puedo trasladarme en el tiempo y ponerme en la piel de aquella chica tímida que, aparentemente, nadie quería. No sé en qué punto de mi vida perdí el increíble don de sólo decir lo que sentía, sin reparo o verguenza. No sé en qué momento despareció esa "inocencia" que me hacía confiar ciegamente en cualquier persona que me hablara o me besara.

Con aquellos poemas, aprendí a bucear en mi interior, a conocerme y a descubrir que, aunque odiara con toda la fuerza de mi universo a aquella capa exterior que me recubría, me sentía agusto siendo yo. Con mis rarezas, con mis depresiones, con mi negatividad y mi mente fugaz y extraña que tan malas pasadas me jugó siempre. En aquellos momentos yo era gris. Totalmente transparente para el género masculino, sin duda. Una chica estúpida dispuesta a perder cualquier reducto de su personalidad por gustar, caer bien, o por llamar, si hubiera podido, un poco la atención.

No mejoró mucho que me fijara, por aquel entonces, en la persona menos conveniente. Todavía me recuerdo, en los jardines de la antigua universidad, mirando el cielo azul del junio más hermoso de toda mi vida. No recuerdo momento más feliz que aquel, ni instantes más maravillosos que aquellos suaves días estivales. Parecía un sueño. Fue sólo un sueño. A partir de entonces, empecé a caer, a mirar, de nuevo, los tristes suelos, a mis pesados pies y a aceptar que, quizás yo no estaba destinada a contemplar aquellos cielos.

Me dormía todas las noches llorando y me calmaba escribiendo desgarradores poemas obcecada en un destino que nunca estuvo para mí. Las personas de mi entorno giraban a mi alrededor -frenéticos- como en esos anuncios de la tele, mientras que yo avanzaba por la vida a cámara lenta mirando al suelo y recordando momentos que no se volverían a repetir. Entonces, apareció la única persona que, hasta entonces, tuvo la capacidad de ver algo a través de ese halo gris que me envolvía. Y fue, en ese momento, cuando comenzó mi historia.

martes, marzo 27, 2007

Klimt y las mujeres

¿Qué les pasa a las mujeres con Klimt? Me lo he preguntado miles de veces y, hasta hace relativamente poco, no encontré una respuesta a la altura de las circunstancias. Son pocas las obras del pintor en las que no aparece el componente erótico. Si no es un desnudo integral o una orgía lésbica, siempre se adivina un seno o una lasciva cadera, en cada una de sus obras. Y, sin embargo, puedo asegurar que nunca he conocido a ningún hombre cuya lista de principales pintores esté encabezada por el vienés.De hecho, apostaría lo que fuera a que la mayoría de los hombres de tendencia heterosexual, no sólo desconocen la mayor parte de sus obras, sino que serían incapaces de asociar su singular estilo, a pesar de los llamativos pubis rojizos de las protagonistas de sus cuadros.

Sin embargo, la mujer, es distinta. Poco importa la clase social a la que pertenezca, su formación, edad o carácter. Irracionalmente, si preguntas a una chica sobre sus gustos pictóricos, lo más probable es que ésta conteste que su artista preferido es Gustav Klimt y su obra predilecta: " El Beso".

Por lo que a mí respecta, debo admitir que me gusta Klimt desde mi más tierna adolescencia. La primera vez que vi una de sus obras fue en la película "Elegir un amor", donde Julia Roberts interpretaba a la atractiva cuidadora de un enfermo de leucemia, aficionado al arte. Todavía conservo en mi cerebro la visión de la preciosa actriz paseando su mano, delicadamente, sobre la imagen de "El Beso" proyectada en la pared de una enorme habitación. Su larga y alborotada cabellera escarlata, se confundía con el fulgor dorado que se escapaba del luminoso aparato. El chico la miraba embobado. Era su mirada como la del pintor ante la musa, en el instante previo a decidir cómo quiere plasmarla en el lienzo. Entonces, Julia le preguntaba: "¿usó oro de verdad". Él sonrió. ¿Cómo pretender enseñarle al arte, qué es el arte?. En aquel primer visionado, no me percaté de la explícita conexión entre las mujeres de Klimt y la "novia de América". Misma estética, misma sensibilidad. Julia es, para su amante, como las mujeres de Klimt: musas que motivan una vida; en el caso de la Roberts, inspiración que anima a seguir viviendo.

Hay personas que, cuando visualizan una obra de tal magnitud, juegan a conocer el trasiego del pincel sobre el lienzo. Intentan adivinar qué pincelada tuvo el honor de ser la primera, o cual de ellas culminó la maravilla que se asoma a los ojos de los observan. Yo, por aquel entonces, sólo era capaz de vislumbrar puntos y círculos, constelaciones doradas y aquella luz tan característica...

No escatimé esfuerzos hasta conseguir que me lo regalaran, para poder contemplarlo, largo y tendido, sin pararme a pensar en lo que diría la gente, en si me considerarían rara por observar, con apenas 14 años, un cuadro que me venía grande. Lo coloqué justo encima de la cama, y ahí sigue. En todos mis despertares está presente esa montaña dorada, conteniendo la piadosa entrega de la mujer y la arrebatadora pasión del eterno hombre sin rostro.

Y, en una de esas mañanas, (¡eureka!) encontré la significación de mi cuadro. Asocié las formas redondas con la mujer, las angulosas con el hombre, la fusión enternecedora de los cuerpos, el amor en el ósculo, la sumisión igualitaria. La mujer es la sublime protagonista. La obra de Klimt es claramente femenina, en ella, el hombre no tiene cabida. En el cuadro, ambos sexos se abrazan en un estrecho vínculo. La mujer es complaciente, sumisa, pero a la vez es esquiva, fatal, se resiste, algo totalmente perceptible en la extraña posición de su cuerpo.

En el momento en que vi sus manos como garras, descubrí qué les pasa a las mujeres con Klimt. En sus pinturas, la mujer es una entidad activa, protagonista y única. La belleza, el amor, la vida, la muerte, están contenidos en las mujeres pelirrojas que protagonizan sus cuadros. Dulces, perversas, recatadas, lascivas,.. Sin lugar a duda, Klimt amaba a las mujeres, a todas ellas. Y, de alguna manera, todas lo sabemos. Por eso nos gusta Klimt, por eso lo entendemos. Aunque pasemos años intentando reconocernos en sus pinturas, desde lo más profundo de nuestro ser, sabemos que sus cuadros hablan de nosotras. La mujer es sumisa, dócil como un gato; la mujer es fuego, es independiente, es deseo; la mujer es un misterio: La mujer es la suma de todas las cosas.

domingo, marzo 25, 2007

La Giralda ¿En Sevilla?

En Sevilla hay mucho que ver, y más ahora, que despunta el azahar en los naranjos, envolviendo a la ciudad en su inconfundible fragancia. En mi ciudad, hay mucho monumento, mucha iglesia y, sobre todo, mucho bar. No obstante, más allá de la exactitud de una guía de viaje, toda localidad tiene su emblema, algo que trasciende por encima de todos sus demás encantos. Y si existe algo por lo que Sevilla es reconocida, es por su Giralda.

La Giralda es el antiguo alminar de una mezquita almohade que estaría ubicada, probablemente, en lo que es ahora la inmensa Catedral de la ciudad. Parece ser que, originariamente, estaba coronada por una gran esfera, que se desprendió del al
minar a causa de un importante terremoto registrado en Sevilla en 1365. El suceso suena un poco a película americana. Intentad imaginar lo que pudo suponer para el vecino del siglo XIV tamaño incidente. Los daños del terremoto se enmendaron con un sencillo alminar, que luego, en época cristiana, se sustituyó por un cuerpo de campanas y una representación de la Fe, en lo alto de la torre, a modo de veleta. (el giraldillo=

Aunque no viene mucho a cuento, anexa a la Giralda, se encuentra la Puerta del Lagarto. Si alguna vez visitáis la catedral, formando parte de un grupo, accederéis justo por esa entrada. Una vez dentro, si miramos un momento hacia arriba, nos toparemos con una imagen un poco extraña ya que, colgados de los techos de una nave, se encuentran tres objetos, cuanto menos, sorprendentes: un cocodrilo, un bocado o freno de caballo de gran tamaño y un bastón de mando. Parece ser que, en el año 1260, el sultán de Egipto, conocedor de los cambios surgidos tras la "reconquista", envió una embajada al rey Alfonso X El sabio, con el objeto de pedirle la mano de su hija Berenguela (bonito nombre). Entre los numerosos presentes que el sultán enviaba al rey cristiano, destacaban un colmillo de elefante, un cocodrilo del Nilo (vivo) y una altísima jirafa. Aunque el rey rechazó la petición de mano, se quedó con los tres exóticos presentes, destinando a vivir al reptil a una de las albercas del alcázar y dejando a la jirafa pastar a sus anchas en los jardines. Una vez muertos los animales, se disecó al cocodrilo y se colgó en el patio, junto al freno de la jirafa. Años más tardes, se le añadió al conjunto la vara o insigna, de la que desconozco su significado junto a los otros objetos.

En su día, el diseño de la Giralda se basó en el de la mezquita de Kutubia, en Marrakech, aunque, también, se la considera hermana de la Torre Hasan en la ciudad de Rabat. No obstante, el alminar sevillano no pasó a la historia como elemento meramente ins
pirado ya que llegó a influir en futuras construcciones, no sólo en España, sino a lo largo y ancho del mundo. Sobre esas otras "Giraldas" que se crearon a imagen de la sevillana, va el artículo de hoy.
  • La Giralda de Nueva York:

    Increible pero cierto, hace mucho tiempo existió una Giralda en el centro de Nueva York. Construída en 1890 por los arquitectos Charles McKim, William Rutherford Mead y Standford White, se trataba de una interpretación simplificada de la construcción hispalense, en las inmediaciones del Madison Square Garden. Era mayor en altura que la original, ya que superaba los cien metros, y, en lugar de Giraldillo, contaba con una Diana Cazadora. Fue demolida en 1925, al ejercer una compañía de seguros una hipoteca impagada. Una decisión muy criticada que sensibilizó, sin duda, a la opinión pública norteamericana sobre la necesidad de conservar edificios singulares aunque carecieran de antigüedad destacable.


  • La Giralda de Kansas City:

    En las afueras de la ciudad, esta versión de la original forma parte de un centro comercial. Recavando información sobre el singular edificio, parece ser que no sólo plagiaron la construcción de la que hablamos, sino que también se inspiraron en otras manifestaciones artísticas de diversos países. En fin, los americanos y sus excentricidades. A día de hoy, la ciudad norteamericana se encuentra hermanada con la localidad hispalense, encontrándose en la conocida avenida Kansas City sevillana, a modo de monumento, la imagen de un indio cherokee (creo) igualita a una que ya existe en el original centro comercial.

  • La Giralda de Miami:

    Se trata del Miami Biltmores Hotel y fue inaugurado en 1926. Hoy en día, cuenta con su propio campo de golf y un magnífico spa. Especializado en fin de semanas románticos. En su página web podréis ver el inquietante parecido de ambas construcciones.



  • La Giralda de Tarragona:

    Situada en la localidad de L'Arboç del Penedes, esta réplica de la Giralda nació fruto de la admiración del arquitecto que la diseñó hacia la ciudad de Sevilla. Fue construída en 1902 y, aunque actualmente está cerrada al público por reformas, pronto albergará las instalaciones de un museo.




  • La Giralda de Badajoz:

    Conocida popularmente como La Giraldilla está situada en el mismo centro de la ciudad de Badajoz. Se construyó alrededor del año 1930 en homenaje a la torre sevillana y, aunque durante años sirvió de tienda y almacén, en la actualidad, el edificio es propiedad de una conocida compañía de teléfonos. A día de hoy, es un destacado monumento de la ciudad.




Independientemente de la ciudad o país al que pertenezcáis, de si os gusta o no la Giralda o si habéis tenido la oportunidad de observarla o no, en vivo y en directo, alguna vez; más allá de si os caemos bien o mal los sevillanos; aunque nunca antes escuchárais hablar de una ciudad llamada Sevilla o aunque penséis que España es un apéndice de México, no me negaréis lo curioso que resulta encontrar un edificio tan característico de una ciudad, en las inmediaciones de Nueva York, en el centro de Miami o en un pueblecito tarraconense. Por aquí abajo, solemos decir que lo que sucede en Sevilla, posiblemente, no ocurra en otro lugar del planeta, en cuanto a excentricidades, situaciones ridículas y personajillos varios. Vamos a tener que mordernos las lenguas, ya que, visto lo visto, parece que Sevilla está en todas partes, que Sevilla es universal.

viernes, marzo 23, 2007

Peleas como una vaca

En estos días, todo el mundo anda frenético por la reciente salida al mercado de la Play Station 3. Aunque será capaz de hacer de todo -quién sabe si también freirá huevos con forma de corazón- lo que más me ha llamado la atención es su desorbitado precio.
Lo creáis o no, para este fenómeno existe una explicación publicitaria. El precio segmenta, de alguna forma, al público al que se dirige inicialmente el producto. A este conjunto de usuarios se le denomina pioneros y se caracterizan porque están totalmente predispuestos a adoptar nuevas innovaciones y no les resulta un inconveniente gastar elevadas cantidades de dinero para ello. Gracias a las compras de los pioneros, al sobreprecio y a la consiguiente difusión de la innovación, la demanda crecerá, bajará el precio, se reducirán costes de producción, por lo que, probablemente, si retrasamos la compra un tiempo, podremos adquirir la famosa consola, mejorada y libre de los posibles errores de las primeras versiones, por un precio más económico.
Recuerdo que, cuando era una enana, le regalaron a mis primos una maravillosa NES (Nintendo Entertaiment System) con el mejor título de la historia: Super Mario Bros 3. Confieso que me moría -literalmente- por tener mi propia consola y jugar las horas que quisiera con el simpático fontanero vestido
de mapachito. Al final, conseguí una videoconsola... una Atari horrible, repleta de juegos inservibles. Muchos de mis traumas actuales tienen su origen en aquel funesto día de Reyes en el que, al destrozar el envoltorio del paquete más ansiado, me encontré con aquella cosa cuadrada y negruzca. Por ahí sigue; criando polvo.

¿Soy la única que piensa que ya no existen videojuegos como los de antes?
Supongo que todas las generaciones miran a su pasado con cierto orgullo, añoranza y cariño, pero... ¿realmente eran mejores los arcaicos "supermarios", el legendario Golden Axe, Príncipe de Persia y compañía, que lo que circula, actualmente, por el mercado? No lo sé. Quizás, lo que antaño se resolvía con ciertas dosis de magistral ingenio, se arregla hoy con impresionantes efectos especiales, grandes gráficos y un holgado presupuesto. Tengo un hermano a las puertas de la adolescencia. Es difícil para mí no hacer comparaciones. Mientras que él, a su edad, disfruta ejerciendo de ruin mafioso o sicario sin excrúpulos, yo, con sus mismas primaveras, flipaba en colores con ese entrañable primer juego, de esa inolvidable saga, que inspira el artículo de hoy. Hablamos de Monkey Island.

"Qué apropiado, tú peleas como una vaca", ¡¿quién, con una infancia medianamente ilustrada, no ha escuchado (o leído) esta inconfundible sentencia!? La primera parte de la saga ocupaba, escasamente, cuatro diskettes de 3,5. En sus gráficos EGA (16 colores) predominaban, básicamente, el azul y el negro. En fin, se veía algo así:


(Típico duelo de insultos caribeño)


El tipejo que no parece un pirata (sí, el de la izquierda) es Guybrush Threepwood el flamante protagonista de la famosa saga bucanera. De pasado ignoto, su única habilidad consiste en aguantar 10 minutos sin respirar (que no es moco de pavo). Su sueño es convertirse en un terrible pirata temido en todo el Caribe. Con una acusada torpeza que lo caracteriza, es, no obstante, ingenioso y locuaz. En el mundo de Guybrush, los piratas no se baten en duelo simplemente cruzando sus espadas, los insultos, como dardos afilados, que se escapan de sus pestilentes alientos, despeñan un papel muy importante en una buena trifulca.

Después del primer juego de la saga ("El Secreto de Monkey Island"), vinieron tres secuelas repletas de desternillantes situaciones y aventuras a granel. Inolvidable el concurso de escupitajos de "La Venganza de Lechuck", los fascinantes gráficos de "La Maldición de Monkey Island" y las extravagancias de "La Fuga de Monkey Island", la última producción (que no le agradó demasiado a la humilde autora de este blog).

(Evolución del presonaje a lo largo de las cuatro entregas)

Actualmente, millones de fans sueñan con una quinta entrega donde se desvele, finalmente, cuál es el dichoso secreto de Monkey Island. Desde Lucas Arts (los padres de la criatura) ni afirman ni desmienten; aunque el género de la aventura gráfica está más que olvidado (algo que aún no termino de comprender), entienden que Monkey Island sigue siendo una franquicia harto popular que no debe subestimarse. En fín, seguiremos a la espera.


(Auténtico ritmo criollo)

jueves, marzo 22, 2007

¿A qué huele Willy Wonka?

Aunque, generalmente, las películas de Tim Burton me suelen encantar, debo confesar que no me hizo mucha gracia su adaptación del libro de Roald Dahl, Charlie y la fábrica de chocolate. Y eso que la protagonizaba Johnny Depp, uno de mis actores favoritos. Quizás este rechazo mío se deba a que yo me crié con el filme de 1971, en la que Willy Wonka estaba encarnado por el entrañable Gene Wilder. Aunque he de reconocer que las dos películas son bastante fieles al libro que las inspira, los esquemas visuales de ambas distan tanto entre sí que me chocó bastante la versión de Burton. La primera tenía el encanto de las películas ingeniosas con el bajo presupuesto al que les sometía la época en que se llevaban a cabo. En la de Tim, se aprecia fácilmente que han enfocado más la película al talento de Mr. Depp que a otra cosa. Además, la combinación de colores predominantes nunca me convenció del todo.

Si las películas se perciben mediante los sentidos de la vista y el oido, quizás sea, la que hoy nos ocupa, una de las pocas donde el gusto y el olfato estén más presentes. Me recuerdo, de muy niña, intentando descubrir el sabor de aquella maravillosa cascada de chocolate o de los pétalos de esa flor tan apetitosa. Asimismo, me hubiera gustado conocer el olor de aquellos grandes pucheros repletos de humeantes jarabes. Parece ser que, en Japón -qué gran país-, se han percartado de tan notable omisión y, aunque nos quedaremos con las ganas de degustar sus manjares, han conseguido llevar, a una sala de cine, el olor de la fábrica del Sr. Wonka. Aunque, actualmente, parece ser que el sistema ha experimentado sorprendentes mejoras, allá por el año 2005, en dos cines nipones, era posible visualizar la película de Tim Burton mientras percibías auténtico olor a chocolate. Algo es algo.

Como os decía, el invento se ha ido perfeccionando, por lo que, un año después, mientras se proyectaba la película "Nuevo Mundo", el público podía oler seis tipos diferentes de fragancias sincrónizadas con las escenas de la película. Al parecer, el perfume surge de las propias butacas de la sala de cine y se propaga por todo el auditorio de forma homogénea. Un sistema totalmente diferente al que ha patentado recientemente Sony Electronics que permitirá al individuo disfrutar del cine con los cincos sentidos, mediante ultrasonidos. Parece ser que lo subliminar no dejará de estar nunca de moda.

Aunque toda esta parafernalia de desarrollar el cine y la experiencia multimedia se me antoja de lo más novedoso y curioso, no deja de ser un atentado a la imaginación. Puede ser que, dentro de unas décadas, la experiencia de visitar una sala de cine sea evocadoramente igual que la de ir al mercado. ¿Alguien se hace una idea de cómo sería ver La matanza de Texas mediante dicho sistema? En fin, siempre nos quedarán los libros.

lunes, marzo 19, 2007

¡Quiero triunfar!

Todos sabemos que la competencia en la blogosfera está alcanzando límites desorbitados. A pesar de que hasta hace relativamente poco nadie sabía que era un blog (le daremos las gracias a "Yo soy Bea", o quizás no), a día de hoy parece que todo el mundo gestiona uno, tiene algo que decir o ambas cosas. La conclusión es que la, en sus inicios, freak-blogosfera se ha transformado en una nueva selva donde cantidades ingentes de autores se matan a dentelladas por alcanzar un buen pagerank o una columna en un diario mediocre (de esos que no valen ni para envolver bocadillos).

Supongo que, al principio, para tener cierto éxito en esto de los blogs, sólo hacía falta un buen tema, una buena prosa y mucha fuerza de voluntad. Bien es cierto que, actualmente, han mejorado las herramientas para la edición de blogs, han crecido los buscadores específicos y todo lo que ello conlleva, pero, realmente, son tantas las bitácoras que pululan por la red que llegar a ser alguien en la blogosfera es muy, muy, muy difícil.


Hay una regla en publicidad que dice algo así: "cuando hay muchos productos similares al tuyo en el mercado, lo mejor es diferenciarse; en definitiva, darle una razón al comprador para elegir tu producto y no el de la competencia. Poco importa que esa distinción sea racional o estúpida, de ese simple matiz depende que el cliente se aliste en tu equipo o lo haga en el bando contrario". En el mundo bloggero, es dificil diferenciarse. Puede decirse que, en la blogosfera, está todo (o casi todo) inventado.

No obstante, no está todo perdido. No desesperéis. Desde mi punto de vista, hay una serie de elementos que, implementados en vuestras bitácoras, harán que vuestras estadísticas suban como la espuma. Es decisió vuestra el haceros famoso a dicho precio; hablamos, sin duda, de lo que diferencia al cine comercial del cine de autor, al programa de Sánchez Dragó del Aquí hay tomate. Veamos algunas de estas estas mejoras:

  • Insertar, en todos tus post, una foto de una chica desnuda. Poco importa que estés hablando sobre la guerra de Irak o sobre cómo hacer un sabroso pollo a la apletise, una instantánea de una potente fémina desnuda siempre actuará como buen reclamo y nadie le hará ascos. Desgraciadamente, internet sigue siendo un mundo de hombres y, a los hombres, ya sabemos lo que les puede. Incluir una foto calentita de alguna página típica-del-freakismo-masculino como Greenshines, no hará crecer tu gráfica de nuevos usuarios, pero sí la de los recurrentes.
  • Gestionar un blog de sexo y ser chica. Infalible. Si eres chica y sueñas con un blog de éxito, sólo tienes que crear un bitácora de título sensual y escribir, muy de vez en cuando, si quieres, algún post subidito de tono donde aparezca, a poder ser, un vibrador, una amiga lesbiana o un fontanero. Se te colapsará el blog de ardientes sudamericanos que te harán todo tipo de proposiciones y ofertas que tú, claro está, podrás o no aceptar. Ni que decir tiene que cualquier chico puede crear este tipo de bitácora haciéndose pasar por una femme fatale: le vaticino, incluso, más éxito que si lo escribiera una chica.
  • Colgar fotos de ti mismo. Partiendo de que todo el mundo que tiene un blog es un tanto exhibicionista, incluir fotos personales en una bitácora pública, puede ser un paso más en la escalera del éxito. Para tener cierta trascendencia mediante esta fórmula hay que ser:

    1. Guapo o Guapa: En el caso de la féminas, conseguiréis un público tipo segundo-punto. Si sois caballeros, quinceañeras con piel acneica, aparatos en los dientes y algodones en el sujetador, os abarrotarán de comentarios tipo: "molas mazo, estás muy bueno, queremos un hijo tuyo,..."

    2. Muy feo o feo publicitario: Si eres un detritus de la sociedad y tu prosa es totalmente underground, es muy probable que tengas cierto éxito en la blogosfera. No obstante, si eres un "feo publicitario" y tienes buena labia y sentido del humor quizás puedas optar por algún premio, tipo 20 minutos.

    3. Que sepas utilizar muy bien Photoshop o sacarte mucho partido. Sin duda, la versión más inteligente... ¿a quién le interesan tus caderas anchas, si tienes una buena delantera? El bajo precio de las cámaras digitales en el mercado hace posible que puedas hacerte con la toma perfecta. De esas que te hacen parecer que estás hasta bueno.

  • Montarte una bloghistoria de amor. Sin duda, mi opción favorita. Siempre he sido una romántica. Sinceramente, considero que el amor entre bloggers puede producirse. Una bitácora es un medio de comunicación como otro cualquiera. A menudo, asistimos a los vómitos espirituales de miles de autores que se sinceran con su audiencia ¿qué modo más bonito que este para encontrar a tu alma gemela?. Sin embargo, en este artículo no hablamos de amor, sino de visitas. Muchos autores de blogs se unen como parte de una estrategia comercial. En la línea de la relación de Elsa Pataki y Adrien Brody, muchos bloggers de éxito suelen "enrollarse" (no sabemos si cibernéticamente o realmente) con bloggers de menor difusión. Esto no sólo da que hablar e insufla nuevos aires al blog célebre, sino que da alas a la bitácora pequeña. De todo ello surge una bonita historia de amor que durará lo que dure la farsa.
De este modo, amigos, aunque pueden apreciar que Puntos de Fuga no usa ninguna de estas tretas captadoras de audiencia, podrán comprender que, si dejaran de visitarme, no tendría más remedio que adoptar alguna de ellas y, les aseguro, que no les gustaría visualizar mi horrible espalda peluda xD. Por lo tanto, sigan visitando!!!

domingo, marzo 18, 2007

Cisne de primavera

Recuerdo que, hace muchísimos años, cuando todavía andaba traduciendo las Catilinarias de Cicerón y era una muchacha gris y retraída, me enamoré de un chico que conocí por internet. Con 16 años, lo poco que sabía yo de hombres, se traducía en bombitas de peste y en faltas de respeto, por lo que Ismael, que así se llamaba el chico, se alzaba, ante ellos, como un príncipe recién salido de un fantástico cuento de hadas. Todavía conservo los emails que nos escribíamos cada tarde, donde él me narraba sus andanzas en su instituto de curas y yo le redactaba, fielmente, las horas que había pasado sumergida en inteligibles poemas de Machado; probablemente, pensando en él.

Por aquel entonces, Internet no era el universo multimedia que hoy se nos antoja. Nunca llegué a ver su foto; sólo hablé con él un par de veces por teléfono. Sin embargo, nos pasábamos horas enteras chateando desde nuestros arcaicos ordenadores, cuando el tiempo de conexión se traducía en una amplia factura de teléfono. Jamás accedí a verle. Era una chica llena de complejos estúpidos y de carencias físicas que pensé que él nunca entendería. No sé si alguna vez le llegué a confesar que pensaba en él durante todas las horas del día. Hace tanto tiempo, que todo se confunde en mi mente. Tampoco recuerdo en qué momento dejó de buscarme, sin duda, cansado de mis negativas a conocerlo. Sólo sé que, finalmente, se echó una novieta bailarina, que seguramente era más afín a sus gustos que yo.

El destino quiso que, uno de los días más nefastos de mi existencia, lo viera entrar por la puerta de mi facultad. Fue una aparición fugaz. Llegó a mí igual que la mariposilla que se posa en la flor justo antes de que comience la feroz tormenta. No lo saludé, todo fue muy rápido. Aunque nunca lo había visto en persona, algo en mi interior me dijo que era él. La persona a la que había dedicado tantas horas de mi vida, por la que rellené de letras miles de pantallas de chats y que nunca me digné a conocer. Aquel día, de alguna forma, por fin nos encontramos y, tan rápido como apareció en mi vida, se esfumó, dejándome sola a merced de la tempestad que se aproximaba.

Gracias a Ismael, descubrí a Bukowski. Supe, en el mismo instante en que me transcribió uno de sus poemas, que aquellos versos siempre irían atados a su recuerdo. Hoy que me he acordado de él. Ahí van tus versos:

Cisne de Primavera

También en primavera mueren los cisnes
y ahí flotaba
muerto un domingo
girando de lado
en la corriente
y fui hasta la rotonda
y distinguí
dioses en carros,
perros, mujeres
que giraban,
y la muerte
se me precipitó garganta abajo
como un ratón,
y oí llegar a la gente
con sus canastos de camping
y sus risas
y me sentí culpable
por el cisne
como si la muerte
fuese algo vergonzoso
y me alejé
como un idiota
y les dejé
mi hermoso cisne.

(Ch. Bukowski)

sábado, marzo 17, 2007

Viviendo en una novela

La fase de la vida en la que actualmente me encuentro, no hace otra cosa que incitarme a pensar demasiado. Eso no es bueno. Por lo menos, es lo que dice la gente cuando les confieso que últimamente no salgo mucho de casa. Según ellos, en mi situación, no hay que reflexionar ¡Como si no me conocieran! Supongo que no tienen más remedio que interpretar ese papel. En definitiva, no les queda otra que dar las estúpidas soluciones que muchas veces he transmitido yo a la persona que entonces se encontraba en mi actual situación. Recuerdo que siempre que me tocaba decir las famosas frases, me sentía bastante estúpida. Supongo que todos somos conscientes de lo que tenemos que hacer para salir de nuestro "obligado pozo" y, si no podemos salir al exterior de él, no es por desconocimiento, sino por incapacidad. Sólo se necesita tiempo. Siempre he sido muy excéntrica y bastante melodramática. Si a esto le sumamos que me suelo ahogar en un vaso de agua y que, casi siempre, mis pensamientos son del color que predomina en este blog, os podréis imaginar como me siento. De todas formas, no quiero alarmar a nadie: que no avisen al pentágono, sólo es que hace mucho tiempo que no estaba sola. Nada más. Ya me voy acostumbrando.

Últimamente, sólo leo y escribo. Mi blog me da muy buenas satisfacciones. Cada vez, parece que más gente lee mis cosas y, por mi parte, estoy haciendo algo que me encanta y que tenía demasiado olvidado: escribir. Como dije, también leo mucho. Sin ir más lejos, y aprovechándome de la paga extraordinaria de marzo (!!!), he hecho un pedido de 119 euros a la web de "La Casa del Libro". Un pedido extenso donde hay de todo:
  • El pedestal de las estatuas (A. Gala). Es el libro comodín. Si lo compras, te regalan los gastos de envío del pedido. 6 euros de nada pero, que si te los ahorras, pueden contribuir a la adquisición de un nuevo libro. Por otro lado, siempre he querido leer algo de Gala pero, por una u otra causa, nunca lo he hecho. Por lo tanto, ya veremos como resuelto este nuevo libro, que, por otro lado, ayer utilizaban en la casa de Omaita para hacer de tope a una puerta.
  • Corazón helado (A. Grandes). Hagámosle caso a Jorge Javier Vázquez. Lo recomienda tanto en su programa, que he osado a comprarlo.
  • La sonrisa etrusca (J.L. Sampedro). Recomendación de mi jefa... a ver que tal.
  • La suite francesa (I. Nemirovsky). Me lo ha recomendado mucha gente.
  • La pasión india (J. Moro). Recomendación de Rebeca.
(Y ahora, la sección temática. Literatura contemporánea estadounidense)
  • El palacio de la luna (P. Auster). Empecé a leermelo en pdf y me gustó bastante.
  • Trópico de cáncer (H. Miller). El autor de la mejor "blog-novela" que he tenido la oportunidad de leer, idolatra a Henry Miller y a sus dos "trópicos" por lo que le daremos una oportunidad. (no voy a hacer propaganda del blog, si alguien quiere saber quién es, que me mande un mail!)
En fin, ¿no dicen que no hay mejor compañía que un buen libro?

miércoles, marzo 14, 2007

La desaparición del enano

Hace miles de años (o eso me parece a mí) mi madre trajo de la oficina el juego de "La desparición del Enano". Por aquel entonces, no había en los centros de trabajo internet ni correo electrónico. Las famosas cadenas que hoy saturan nuestros cibernéticos buzones existían, pero se difundían vía fax. El juego que hoy os presento es un gran enigma en mi vida. No me considero una inútil y soy bastante cabezona cuando no encuentro la solución de algo. Con "La desaparición de Enano" no hubo manera. Ni los compañeros de oficina de mis padres, ni mis colegas de clase fueron capaces de dar con el "intringulis" de este bizarro comecocos. Explico las bases:

Se trata de una imagen con 15 enanos. La imagen está dividida en 3 partes.


Si cambiamos de lugar las partes superiores, sólo aparecen 14 enanos.


Pregunta del millón de dólares: ¡¿Donde está el quinceavo?!

Siempre me ha costado muchísimo desprenderme de las cosas. Por eso, no me resultó extraño que, después de tantos años, apareciera el dichoso juego entre miles de papelotes olvidados de uno de mis cajones. Ahora os toca a vosotros. ¿Alguien sabe dónde se ha ido el enano?

lunes, marzo 12, 2007

Sha-Sha-Shakira

Hace unos días, me quedaba atónita tras visionar el clip de Beatutiful Liar, el nuevo tema que cantan a duo Beyonce Knowles y la colombiana Shakira. Independientemente del sexo al que pertenezcas y tus inquietudes bajo las sábanas de una cama, es imposible quedarse indiferente ante la belleza de dos de las mujeres más sexys del planeta. La fuerza de Beyonce con sus curvas ébano y la sensualidad oriental de las caderas de Shakira; ambas, pruebas vivientes de que el talento no está reñido con la belleza.




Puede decirse que, actualmente, Shakira es una de las interpretes más reputadas en el ámbito sudamericano. Si conectas la televisión, es bastante probable que la puedas ver anunciando un fantástico deportivo o un bonito colgante de una conocida marca de relojes. Ante todo este poderío mediático, es imposible no reflexionar sobre el cariz que ha tomado, en los últimos años, la carrera de la bella colombiana. Muy pocas personas conocen que, en sus inicios, fue tachada de mera copia de Alanis Morissette. A excepción de la canadiense (y de Dolores O'Jordan) muy pocas personas son capaces de cantar alternando esos característicos quejidos guturales de la colombiana.

Por 1995, la barranquillera, al igual que Morissete, ostentaba un particular look rockero-grunge. Con una guitarra adosada de por vida a su figura, la joven Shakira era un baluarte de lo "no-comercial" y, desde luego, de lo "no-frívolo". Por aquel entonces, su famoso ombligo vivía en el más estricto anonimato, sus fascinantes caderas pasaban totalmente desapercibidas y una preciosa mata de pelo oscuro enmarcaba su rabiosa belleza racial.



(el antes y el después de Shakira. ¿se ha puesto tetas?)

Fuimos muchos los sorprendidos por el radical cambio de look que experimentó Shakira allá por el 2001. De ser una comprometida cantautora, feminista y seria, se convirtió en la encarnación de la sensualidad. Ayudada por los padres de la música-basura-hispanoamericana -el matrimonio Stefan- la dulce Shakira empezó a sacarle partido a sus atributos físicos y a la herencia libanesa paterna. Se rodeó de gente influyente y, entre un batido y otro de caderas, encadenó célebres y exitosos duetos con reputados miembros del artisteo.

En su sano juicio, nadie puede negar el talento de Shakira. Sin embargo, la historia de su éxito puede tener varias interpretaciones. Según mi punto de vista, la colombiana sigue siendo la chica sencilla y sensible de antaño. El glamour y la sensualidad que esgrime en sus videoclips y en las carátulas de sus discos no se corresponde con el look que Shakira nos obsequia en sus conciertos y/o apariciones públicas. ¿Es que no vende una chica morena, con marcados rasgos raciales, cantautora, rockera y feminista? ¿No vale de nada la portentosa voz que te caracteriza si no enseñas estratégicamente tu maravilloso ombligo? ¿Alguien se ha parado a contar cuantos planos de caderas hay en los videos de Shakira y cuál es su proporción en el clip? Más allá de los superiores méritos de la colombiana, en el mundo de la música con voz femenina, se está cometiendo un gran agravio hacia las mujeres. O bien cantas de pena, pero estás bastante bien de físico (caso Britney Spears) o bien, sabes cantar, pero tienes que ir considerablemente ligerita de ropa para llegar a ser alguien. Todas estas mujeres son el espejo donde se miran, cada día, miles de jovencitas de todo el mundo. Me pregunto, ¿está bien lo que ven? ¿es ésta la clave del éxito?

miércoles, marzo 07, 2007

1440 minutos


Supongamos que cada mañana te encuetras 1440 euros.

Puedes regalarlos, divertirte con ellos o quemarlos.
Pero los que no uses, al final del día, desaparecerán.
Así funciona la vida.
La diferencia es que, lo que te encuentras por las mañanas, no son 1440 euros, son 1440 minutos.
Piensa bien qué vas a hacer con ellos.
(fragmento del anuncio del Mercedes Benz SportCoupé)


360 euros los regalo prácticamente, el resto del dinero... lo quemo sin remedio :/
"... like Peter Pan or Supermen, you're welcome to save me ..."


En fin, hoy estoy un poquito depre... ¿qué le vamos a hacer?

martes, marzo 06, 2007

Meme literario

Posiblemente, mi dudosa reputación quede totalmente por los suelos. Os mondareis de risa pero, antes de que jennydemálaga (Mi ventana) me pasara este "Meme Literario", no tenía ni idea de lo que era este tipo de cadenas. Actualmente, tampoco sé muy bien para que sirven. Supongo que, para algunos, es una idea divertida con la que darse a conocer, para otros, adivino que los memes deben ser un poco tocagenitales. Sea lo que sea, tened en cuenta que este "Meme Literario" puede contribuir a la cultura mundial. No es, desde luego, moco de pavo. Bueno, vamos al grano. Este es el procedimiento:
  • Tomar el libro más cercano.
  • Ir hasta la página 123.
  • Ir a la quinta oración de la página en mención.
  • Copiar las siguientes tres oraciones y publicarlas en el blog.
  • Nombrar el libro y el autor y colocarle la tarea a tres bloggers.
  • Para no romper la cadena, hay que enlazar a quien te pasa el meme y a los tres a los que se lo pasas tu.
El libro que más a mano tengo en estos momentos es una "Antología de la Lírica Amorosa" del Aula de Literatura Vicens Vives. Es una edición didáctica, que conservo desde mis días de estudiante. La página 123 no contiene texto, por lo que paso a la 124. Quinto verso:

"tu onda y onda dulcísima, mentiras
que yo soñaba y son verdad, no juegas.
Me miras ya sin ver, mirando a ciegas
tu propio amor que en mi mirar respiras".

He añadido un verso más porque es tan bonita la estrofa que me daba pena terminarla tan abruptamente. Se trata de un poema titulado "Tu me miras" y es del gran poeta Gerardo Diego. Aparece en su libro "Amor sólo" de 1951.

Ahora, llega el momento de endosar la tarea. Paso este meme a Alain (Me quiere no me quiere) y a Trabancos (House of sand and flog), mis lectores más fieles y los que más me comentan. Thanks a lot!. Además, también se lo paso a Miguel (Punto de Fuga Digital): he visto en su blog algún que otro meme, por lo que creo que no se enfadará mucho conmigo por pasarle el muerto. En fin, hacerlo si os apetece.

Del mismo modo, si tengo algún admirador secreto que se consuma por insertar el meme en su blog, dos cosas: que dé la cara y que lo copie, hombre, que es gratis. Asimismo, si alguien lee este artículo, le hace gracia el tema y, aunque no tenga blog, se muere por colaborar en el experimento, que inserte su texto en un comentario y así aprendemos todos
.

Nota: Absténganse de citar pasajes del Código Da Vinci o de otra obra de Dan Brown o, por supuesto, de cualquier libro de Iker Jiménez.

lunes, marzo 05, 2007

Japón en mi hogar

Tengo una madre adicta a la limpieza. Es totalmente antiséptica. Tanto que, a veces, llego a creer, firmemente, que no es sangre lo que corre por sus venas, sino algún tipo de producto desinfectante, lejía o alcohol etílico. Está bien eso de ser limpio. Pensaréis que es elogiable conservar tu morada impoluta y totalmente ordenada. Pues no. Es una mierda. Es enfermizo. Vivir con un adicto a la limpieza es como habitar en una cárcel dorada, donde todos tus movimientos -sean cuales sean- crearán polvo, basura y harán de tu hogar un nido de ratas y cucarachas. Al menos así piensa mi madre. En mi casa, hay miedo. Estamos literalmente acojonados, controlando férreamente cada una de las partes de nuestro cuerpo y esfínteres que puedan contribuir a la insalubridad de la vivienda. Cuando acontece algún tipo de descuido -una miga de pan en el suelo- o alguna hecatombe -se cae un vaso de cocacola-, ahí está mi madre, plumero en ristre, escoba en la retaguardia, con su inconfundible cara de asesina a sueldo. Mal asunto, amigo.

Según mi madre, nadie limpia como ella. Se podría decir que es una artista de la limpieza, su perfeccionismo sólo es equiparable al de un pintor flamenco. No hay recoveco por el que su paño no haya pasado. No sirve de nada que me pase horas limpiando meticulosamente alguna habitación, mi madre siempre irá a la esquina más escondida, donde obviamente yo no he limpiado, para afianzar su puesto como mejor limpiadora del siglo. Y, encima, trabaja 8 horas en un puesto de responsabilidad. Para que después digan que somos el sexo débil.

Al igual que pasaba en la película "Mary Poppins", miles de asistentas han desfilado por mi casa, aunque sólo unas pocas agraciadas han tenido el privilegio de limpiar más de una vez en ella. El 99% de las candidatas o bien no pasa el escrupuloso ojo antiséptico de mi madre o bien, piensan, en que, para ganar tan poco dinero, no hay que partirse demasiado el lomo. Sea como fuere, todas coinciden en que mi casa está limpísima. A lo que mi madre siempre contesta con un inmodesto "no, mujer, tengo la casa muy abandonada".

Hace algunos días, contactó con una chica japonesa. Desde el principio me resultó extraño. No es que crea que mi nacionalidad es superior a otras, sin embargo, no deja de inquietarme tener empleada a una persona proveniente de una sociedad tan superior y avanzada como la nipona. Bien es cierto que, en todos los países, hay empleadas del hogar, pobres, ricos, yonkis y prostitutas... pero sigue sin cuadrarme. A todo esto, hay que decir que yo soy una enamorada de Japón. Mataría por viajar al país del sol naciente. ¡Soy de la generación de Daniel San y el Sr. Miyagi, por Dios! Mi preciosísima colección de la tira "Maison Ikkoku" de Rumiko Takahasi preside, triunfal, mi estantería. Cuando mi madre me comunicó que la japonesa vendría a hacer la prueba, yo me acababa de terminar "Memorias de una geisha" y soñaba con vestirme a dicha usanza y hacer la ceremonia del té. Aquella misma noche, soñé con la chica. No me la imaginé como la malhumorada Misae Noara de Shin Chan, sino, más bien, como una versión moderna de la geisha Hatsumomo. La soñé posada elegantemente, limpiando el brillante suelo, con un kimono que representaba el día del cerezo en flor. Mientras fregaba tranquilamente el piso, mi madre le lanzaba improperios y le enseñaba que para limpiar hay que ponerse camisetas de propaganda y despatarrarse en el suelo.

Desde luego, nada más lejos de la realidad. La japonesa hizo la prueba y la pasó con creces y, desde luego, no se parecía ni a la señora Noara ni a Hatsumomo. Vive en España desde hace años. Es sumamente reservada y respetuosa. A día de hoy, somos la envidia de la comunidad de vecinos. El exotismo se ha adueñado de mi casa. ¡Japón llama a mi puerta! Veremos cuanto tiempo dura este tratado de colaboración.


viernes, marzo 02, 2007

Pripiat, la ciudad fantasma

El Gran Desierto de Arena es también conocido como el "Cuarto Vacío". Se trata de una de las zonas más inaccesibles del mundo y, en algunos aspectos, todavía inexplorada. Posiblemente, uno de los lugares más negado a la vida. Sus temperaturas son extremas y sus impresionantes dunas podrían sepultar a la mismísima Torre Eiffel. Allí, sólo habita el vacío. Allí, sólo existe la nada.

La ciudad abandonada de Pripiat, es como ese gran desierto solitario del que os hablo.
Tuve constancia de su "existencia" hace algunos meses, cuando visualizaba uno de los aguerridos documentales de Mercedes Milá, la voz de la polémica. En aquel momento, me pareció que la periodista tenía un par de ovarios bien puestos. Sin lugar a dudas, Pripiat no es el lugar más agradable a la hora de hacer turismo. A tan sólo 100 kilómetros de Kiev, hasta el 26 de abril de 1986, al menos 50.000 personas vivían en ella. Enclavada eternamente en los últimos años de comunismo, Pripiat era una ciudad próspera, con jardines, piscinas y muchos niños. Su economía se basaba en el trabajo: la mayor parte de los habitantes de Pripiat laboraban en la Central Nuclear Lenin, baluarte de la modernidad de la antigua Union Soviética.

Aquel 26 de abril, los responsables de la central tuvieron a bien realizar un simulacro de emergencia en el reactor número cuatro. Algo salió mal. Parece ser que el reactor experimentó una subida de potencia extremadamente rápida, lo que produjo una explosión causada por una nube de hidrógeno dentro del núcleo. Esto hizo volar el techo de 100 toneladas del reactor, provocando un salvaje incendio y una gigantesca emisión de productos de fisión a la atmósfera. La muerte silenciosa se escurría, en forma de radiación por aquella ventana abierta al cielo.

Como muchos habréis imaginado, no hablamos de otra co
sa que del accidente de Chernobyl. Cinco mil toneladas de materiales fueron arrojadas al núcleo incandescente, mientras que cientos de reservistas del ejército ruso, con edades comprendidas entre los 20 y los 30 años, se encargaban de construir un túnel que ayudara a enfriar el reactor. Cientos de chavales que se expusieron a posiblemente 400 veces más radiación que la que produjo la bomba sobre Hiroshima. Posiblemente, sean estas, las víctimas más crueles de la muerte silente de Chernobyl.

En 36 horas, los habitantes de Pripiat fueron evacuados. Dejaron sus vidas atrás, se fueron con lo puesto; sólo se les permitió llevar papeles, libros y ropa que no hubieran sido expuestos a la radiación. Y la ciudad se quedó sola, a la espera y vacía. A principios del nuevo siglo, comenzó a ser saqueada. Y
a no queda nada de valor allí, se llevaron hasta la tapa de los váteres. Las plantas crecen en cualquier parte, fruto de la nieve estancada que se derrite sobre el piso. Los árboles crecen dentro de los edificios. La funesta noria, se yergue todavía en la lejanía. En los muros, fragmentos del himno ruso a modo de graffity. Luego, sólo silencio.


(nota: estas fotos las he conseguido en pripyat.com y en la wikipedia -¡qué gran invento!)

Pasará mucho tiempo hasta que alguien esté lo bastante cuerdo para habitar allí. Se sucederán los siglos y Pripiat seguirá irguiéndose así,como la dejaron. Y cuando se la descubra de nuevo y los niños corran por sus calles, sus edificios se mostrarán bajo el sol, como la Acrópolis, como las ruinas de una nueva Pompeya sepultada bajo la mortal aurora de la radiación.


La Aurora

La aurora de Nueva York tiene
cuatro columnas de cieno
y un huracán de negras palomas
que chapotean en las aguas podridas.

La aurora de Nueva York gime
por las inmensas escaleras
buscando entre las aristas
nardos de angustia dibujada.

La aurora llega y nadie la recibe en su boca
porque allí no hay mañana ni esperanza posible.
A veces las monedas en enjambres furiosos
taladran y devoran abandonados niños.

Los primeros que salen comprenden con sus huesos
que no habrá paraísos ni amores deshojados;
saben que van al cieno de números y leyes,
a los juegos sin arte, a sudores sin fruto.

La luz es sepultada por cadenas y ruidos
en impúdico reto de ciencia sin raíces.
Por los barrios hay gentes que vacilan insomnes
como recién salidas de un naufrágio de sangre.

(F.G.Lorca de su obra "Poeta en Nueva York")