martes, julio 31, 2007

¿Cómo estás?

¿Cómo estás?

Tan fácil y tan complicado como eso. Últimamente parece que esa pequeña e insignificante frase se ha borrado de los labios y las gargantas de mis conocidos. Se suceden las conversaciones estúpidas, tópicas y repetitivas de siempre, cuando, mi mente, se obceca en volver a escuchar la pregunta mencionada. La considero como un pistoletazo de salida, una ventana por la que saltar sin pensar si voy a estrellarme contra el asfalto. Los días pasan y me doy cuenta de que todavía no me he desahogado, de que, por mi mente, desfilan, como fuegos fatuos, miles de sentimientos de odio, amor, cambio y desdén que se comprimen en mi mente, como si de una olla exprés se tratara, y que no encuentran ninguna vía de escape.


Callo
y, sin embargo, dentro de mí, grito como las locas por expresar todo lo que siento, todo lo que pienso, las ganas de golpear a algunas personas que albergo y las de besar a otras que tengo. Muchas veces me duele la cabeza y escribo como una estúpida interminables ríos de tinta privados que no me llevan a ningún sitio, que no me reconfortan y que me sumergen aún más en una vorágine de pánico y soledad que me consume. Nada funciona.


Nadie me pregunta como estoy y, en mi neurosis, invento todo tipo de excusas para comprender por qué el milagro no se produce. Pienso que todos saben lo que se cuece en mi cabeza, el gran galimatías que reside en mí y del que ni yo misma tengo explicación; que no pueden ayudarme, o que no tienen ganas de aburrirse con mis estúpidas ideas del mundo y de todo lo que hago mal. Quizás no se acuerden. Siempre he pasado tan desapercibida, siempre he sido tan transparente, siempre tan reservada y discreta, que quizás no sepan que deben preguntarlo y que igual creen que no pasa nada: ¿qué podría pasar?


Otras veces, agradezco que no lleguen a preguntar... para no volver a darle ocasión a mi mente de que siga pensando, para no darle alas a mi pensamiento, a mi corazón. Me autopsicoanalizo constantemente. En un papel mi corazón, en otro mi cerebro habla. Hace meses que no llego al trabajo con los ojos hinchados de llorar. Eso es bueno. Sin embargo, la reciente cura de esa conjuntivitis alérgica que algunas mañanas causaba tremendos estragos en mis ojos, no ha llamado la atención a nadie. ¿Me he vuelto invisible de nuevo?


((Por cierto! Hoy empiezan mis vacaciones!!))

martes, julio 24, 2007

La verdad duele

Es increíble la que se ha armado con la dichosa portada de El Jueves. Si con la cuestionable decisión de retirarla de todos los quioscos perseguían hacerla pasar desapercibida y borrarla de los inocentes y devotos ojos españolitos, han conseguido todo lo contrario. Hay que tener poca vista: a día de hoy la actitud "copulativa" de nuestros príncipes es, quizás, lo más visto en el país y parte del extranjero. Cualquiera diría que el juez del Olmo, en vez de hacer un favor, ha ahondado más en el supuesto agravio.

De este secuestro mediático, pueden sacarse en claro varias cosas:

El absurdo respeto de algunos hacia una familia de gorrones. Un vasallaje que los propios medios suponen que milita, abiertamente, la mayor parte de la población española (ejemplo de espiral del silencio). Al fin y al cabo, ya se vio, en su día, en "El español de la historia", que el rey Don Juan Carlos había sido el personaje más influyente per secula seculorum, y por votación popular, de este país (y Antena 3 no miente). Desde mi punto de vista, creo que, por lo que les pagamos anualmente a esta panda de chupócteros, no sólo deberían agradecer los muchos halagos sin motivo que se les dedican, sino también soportar las críticas, que son pocas pero muy acertadas.

Me pregunto si el juez Del Olmo hubiera retirado de los quioscos una caricatura (es que encima es una caricatura) de Yola Berrocal con el famoso de turno en la misma pose. Y es que parece que la monarquia no copula, ni va al cuarto de baño, ni se tira peos (me niego a decir pedos -es superior a mí-). Les pedimos con tanta insistencia una herederita o un herederito que, con tanta presión, no entiendo comó no se han vuelto frígidos. Sin embargo, ¿es posible que no toleremos imaginarlos en actitudes más cariñosas?. Es el antiguo tema de la doble moral: nos escandalizamos por ver a una pareja reproduciéndose, mientras que nadie se sobrecoge más de lo necesario cuando aparecen imágenes de una guerra remota, que deberían provocarnos de todo menos indiferencia. Y aunque el tema de las revistas con señores y señoras copulando es más antiguo que la luz, cambia el asunto cuando hablamos de princesas y príncipes. Porque, hasta lo que yo sé, en la mencionada portada realizan un acto realmente natural, sobre todo si lo examinamos desde el punto de vista de la postura.

A parte del atentado a la libertad de expresión y toda esa parafernalia, lo realmente indignante es el tratamiento que algunos sectores de la comunicación de este país le han dado a la noticia. Es bochornoso que el gremio de periodistas haya estado tan dividido en una cuestión tan relevante que exige una unión férrea contra las autoridades. Incluso, he llegado a oír que las asociaciones de caricaturistas reprueban la labor de un compañero. Es un tema peliagudo. Todavía, en algunos círculos, el respeto timorato a esta familia está más vigente que nunca, aún cuando tengamos que presenciar el deficiente servicio que actualmente nos prestan: a saber, las largas temporadas de la reina en el extranjero y la incapacidad del rey de hallarse mínimamente consciente en los actos públicos. Sin embargo, a pesar de esto, hay dos personas imputadas por un supuesto delito de injurias a la corona, que suena cuanto menos casposo, pero que puede acarrear hasta dos años de carcel.

Yo me quedo con esta frase: "¿Te das cuenta? Si te quedas preñada ¡ésto va a ser lo más parecido a trabajar que he hecho en mi vida!" A veces, la verdad duele.

martes, julio 17, 2007

Dover is Over

Primero, vomitemos.

Lo admito. Siempre me han caido mal los chicos de Dover. No obstante, desde que sacaron su último disco, con el que están rompiendo en la lista de éxitos de los 40 principales, simplemente, no los soporto. Todavía no entiendo por qué cantan en inglés. No es que yo sea una patriota, defensora a ultranza del español y de la ñ. Al contrario, me encanta la música en inglés, las canciones más importantes de mi vida fueron escritas en dicho idioma. Sin embargo, debo admitir que eso de que hispanohablantes opten por esta lengua, no me termina de convencer del todo.

Al principio, pensaba que Dover era un grupo extranjero, mínimo, de Gibraltar. Mi gozo fue a parar a lo más hondo de un pozo, cuando los escuché hablar en el más castizo acento madrileño. Los más progres pensaréis que lo suyo no es un caso aislado; que en otros países existen cantantes que no componen o cantan en su lengua materna. Cierto y me parece perfecto. Comprendo que la fantástica Björk cante en inglés y no en su islandés natal ya que, evidentemente, ni vendiendo un ejemplar de su cd a cada uno de sus compatriotas, llegaría la chica a vivir de su trabajo. Si el islandés sólo es hablado por 300.000 personas en el mundo, y aunque las canciones de Bjork no dejarían de ser hermosas en este idioma, es normal que se utilice el inglés.

No obstante, lo de Dover es diferente. Si pensamos que en este cacho de tierra que llaman España existen diversas lenguas y que, incluso, en algunos lugares hay enormes discrepancias en cuestiones idiomáticas; contando con que intenamos mantener por todos los medios nuestra amenazada cultura, la vigencia de nuestras lenguas, nuestro cine, nuestra literatura, nuestra música... ¿a qué vienen cuatro pelagatos cantando en inglés? Evidentemente, lo de Dover no es cuestión ni de falta de idiomas ni de orejas que escuchen. No conozco los datos de ventas de este grupo en el extranjero, ni sé si su target comercial está fuera de las fronteras españolas, pero, si esto es parte de una estrategia, no sólo están obviando el idioma que hablan más de 40 millones de españolitos, sino la lengua común de toda latinoamérica.

Aunque me quedaré, definitivamente, con las ganas de escuchar "Devil came to me" en bable, debo admitir que tenían algunas cancioncillas que no sonaban demasiado mal. Pero, en esta vida, ya sabéis, crea fama y échate a dormir. ¡Que canten en castellano, o en euskera, o en valenciano! (... aunque mi favorito es el bable) ¿No serán las hermanas Llanos de la opinión (a mi parecer bastante estúpida) de que sus canciones suenan mejor en la lengua de Shakespeare?

Un argumento más fiable puede hallarse en que las hermanas Llanos, después de una terrible ingesta de bollería industrial, tuvieron una revelación mariana y se impregnaron del sonido de Seattle (o por lo menos, algo así, dice la Wikipedia). En mi cerebro se aunan las imágenes de la loca con cara de viciosa que ejerce funciones de cantante en Dover y del gran Kurt Cobain. ¡Sacrilegio!. Los Manolos, en su día, con su "ol-mai-lovin", también se inspiraron en Los Beatles. Le echaron cojones y lo intentaron en español. Y aunque la versión de los horteras estos (y no me refiero, en esta ocasión, a Dover) nos hiciera sangre en los oídos, me parece, sin duda, su intento, más sincero y honesto, que a lo que nos tienen acostumbrados los cuatro niñatillos estos.

Evidentemente, no vendían mucho, si no, ¿a qué se puede deber el radical cambio de estilo de su último disco? Lo que antes se podía traducir por un pop-rock-comercialoide-alternativo-perfectoparapersonasanticancionesenespañol, se ha transformado en un estilo dicotequero de cuarta. Y es que, como según dice la wikipedia, en esta ocasión, los chicos de Dover se han inspirado en Madona y en Peaches... ¡como si se hubieran inspirado en Georgy Dan! ¿Qué tiene que ver Madona con Nirvana? ¿Estamos mezclando, otra vez, churras con merinas?

Evidentemente, la estética grungeta ya no vende y, los grupos que apostaron por este tipo de sonido (añorado) se comen los mocos (hablando mal y pronto). Ocurrió lo mismo con Shakira. Cuando el boom Alanis Morissette pasó a mejor vida (también añorada), Sha tuvo que reinventarse... se tiñó de rubió y movió las caderas. Con Dover está ocurriendo algo semejante: Ahora, los chicos no paran a beber litronas en los parques y no se quieren morir de una sobredosis como Kurt Kobain (o fue un asesinato?). Ahora, lo bueno se cuece en las pistas de baile. Conclusión: transformaron a la cantante macarra, que siempre estuvo entradita en carnes, en una semi-sílfide, la apuntaron a pilates y la pusieron a dar saltos como una posesa descerebrada. Y es que la estética discotequera es lo que tiene.

Mientras me pregunto qué significa realmente "Do ya", mi cerebro se sumerge en una extraña paradoja. Es como cuando dos fulanos se encuentran en el extranjero y hablan en inglés. Al cabo de un rato, les da por preguntarse la nacionalidad y (voila!) descubren que han estado haciendo el tonto durante un buen rato. En fin, por lo menos, aprenderemos más inglés.

sábado, julio 14, 2007

Puntos de Fuga cumple un año

Hoy, Puntos de Fuga, cumple un año.

Me parece increíble que hayamos llegado hasta aquí. 122 artículos, 410 comentarios. Contando con que soy una persona tremendamente inconstante y que me resulta casi imposible llevar mis asuntos a su término, que haya podido escribir de manera regular en este blog, durante doce meses, se me presenta como una inmensa gesta. Bien es cierto que tampoco ha sido un año del todo normal: al principio escribía por puro hobby, luego constituyó una inmejorable terapia . El resultado de todo ello es que, a día de hoy, Puntos de Fuga presenta una imagen fiel de mi vida, mi alma, mi cerebro y mi corazón.


Hace algunas semanas, pensando en este especial aniversario, propuse una encuesta para conocer lo que pensáis acerca de esta bitácora. Aunque llevará activa unos días más y, aunque no ha recibido demasiados votos, podemos sacar una serie de conclusiones sobre lo que más os gusta. Os puedo asegurar que los resultados se parecen más a los que obtendría un programa de corazón que una bitácora más o menos seria. Os gusta que de caña a alguien o algo, pero también, que os hable de mi vida y de lo que opina de este mundo mi rocoso corazón. A pesar de que, por lo general, me cuesta muchísimo escribir sobre mis sentimientos, ya que mi audiencia lo exige, intentaré tratar más sobre esas cuestiones. No obstante, seguiré criticando a diestro y siniestro lo que más me molesta de esta mierda de sociedad en la que vivimos, que, personalmente, es lo que más me gusta hacer. Bien es cierto que usaré estos resultados como una especie de guía externa, si bien seguiré escribiendo lo que me parezca cuando me apetezca. Así es la historia amigos... y diré una frase que no me gusta mucho pero que viene al pelo: "al fin y al cabo es mi blog".

Increíblemente, en la encuesta, tienen cierta presencia aquellos que, a pesar de no congeniar con esta bitácora, leen mis artículos con la esperanza de ver mi espalda peluda. Todo llegará amigos. Sin embargo, estaréis conmigo en que un aspecto tan inusual en el cuerpo de una mujer (o proyecto de ella) merece ser mostrado como último recurso. No obstante, como digo, todo llegará. Además quisiera comunicarle a la persona que ha incluido en la encuesta que "le gusto yo", que nada, que mande foto y otros datos de interés a mi correo electrónico y ya veremos.

Ahora vienen los agradecimientos:

Hubo un tiempo (cuando Puntos de Fuga no tenía ese fondo negro ni ese faro escrutador en la cabecera) en el que nadie leía esta bitácora. Cuando digo nadie, es nadie. Por ello muchas gracias a todos los que me leéis de una manera más o menos constante. Mi agradecimiento a lectores como Alain, que me acompañan desde casi el principio. Gracias a los que dais vidilla a mi blog, como Reparito o Joerace. Gracias a las tres mujeres que suelen aparecer por estos lares: la abogada Magú, Carme y Jenny, que no todo en esta vida va a ser coto exclusivo de los hombres. Y sobre todo a Tony que no deja de comentar ni uno de mis artículos, por muy malos que sean algunos de ellos: para ti, premio a la constancia.

Muchas gracias también, a Babilonics (el primer link que obtuve) y, desde luego, muchísimas gracias a todas aquellas personas que me linkaron desde sus propias bitácoras sin esperar que esta servidora hiciera lo propio. Gracias a todos aquellos que me votaron en The House of Blogs y que han hecho que este bitácora se halle en el número uno del ranking de los blogs personales más votados. Y Gracias a Google, por la buena posición que me otorga en su buscador, aunque no me suba el pagerank desde hace milenios.

Por último, muchas gracias a los que ven algo bueno en lo que escribo, que son los que, de algún modo, dan sentido a esto de los blogs. A estas alturas soy consciente de lo importante que es tener un público que te apoye, te critique o en el que despiertes algún tipo de sentimiento. Yo sólo espero seguir con las mismas ganas de contar todas las cosas que me rondan la cabeza, sin que más de uno se pierda por el camino y sin que yo misma me extravíe.

Muchas gracias por todo.

La Escapista

sábado, julio 07, 2007

Las Nuevas Siete Chorradas

Es increíble el bombardeo mediático al que estamos sometidos con la dichosa elección de las 7 Nuevas Maravillas del Mundo. En Granada, tienen a todo el mundo revolucionado. Todos acreditan que han votado por La Alhambra y no hay nadie en el país que atestigüe que ésta no es la mejor entre las candidatas. Por mi parte, pienso que la elección ha sido acertada. Sinceramente, "el palacio rojo" es maravilloso. Granada entera es sublime. El concurso, desde antes que empezara, ya lo tiene más que ganado. Muestra de ello son los miles de turistas que cada año la visitan y son partícipe de su embrujo. No obstante, toda esta parafernalia me parece una tremenda chorrada. Una frivolidad estúpida, sin atisbo de imparcialidad ni en los métodos ni en los conceptos. En primer lugar, no todo el mundo tiene la misma oportunidad para votar. Es decir, contando que -a diferencia de Eurovisión- la gente de cada país votará a su propia maravilla, los monumentos que tendrán más votos serán aquellos que se ubiquen en los países más desarrollados, donde haya un nivel de vida mayor y un acceso más amplio a la tecnología. De hecho, en la preselección de nominados que se hizo hace varios meses, se obviaron maravillas impresionantes pertenecientes a esos países desconocidos y un poco dejados de la mano de dios. En segundo lugar, es evidente que la elección de las maravillas obedece a razones subjetivas y que existen diferencias abismales entre cada una de ellas. ¿Por qué se guía la gente? Me parece una aberración comparar las Pirámides de Ghizá, con la Estatua de la Libertad. (De hecho, no entiendo qué hace en esta votación la Estatua de la Libertad...) ¿Qué se prima? ¿La antigüedad y el misterio? ¿Como Stonehenge o Machu Pichu? ¿La arquitectura moderna? ¿Como la Torre Eiffel o la Ópera de Sydney? ¿O las hazañas de nuestros antiguos para construir impresionantes palacios como en el caso de La Alhambra?

Sinceramente, no entiendo cómo se pueden comparar realidades tan distantes. Es como cuando te preguntan si quieres más a tu padre o a tu madre. No hay posible comparación, los quieres a ambos por igual, no hay diferencia. Lo mismo ocurre con las maravillas, son todas (o casi todas) impresionantes en su campo. No son comparables entre sí. Es imposible.
Lo que todas tienen en común es que, en sus respectivos países, son elementos de referencia, símbolo y orgullo de sus habitantes. De hecho, alguna de las maravillas han sido escogidas por su valor simbólico, porque, digo yo, que en Francia hay muchísimos más monumentos más maravillosos que la Torre Eiffel... Pero como digo, cada uno en su campo. Si tomamos como premisa ese carácter nacional simbólico de estas maravillas, lo que se vota, por tanto, es qué país está mas comprometido con la causa, y que monumento tiene mayor cabida en los corazones de las personas que lo ven cada día. Nada más. Las personas, por tanto, no votan por Las Siete Nuevas Maravillas del Mundo, sino para que su maravilla sea una de ellas. Independientemente de su valía, me juego lo que sea a que la Estatua de la Libertad estará entre las elegidas y eso no es ni cultura, ni maravilla, es, simplemente, politiqueo. No habrán cosas más importantes en este mundo.

martes, julio 03, 2007

Made in Seville

Es probable que, en algún artículo anterior a éste, ya os hablara de la bizarra psicología del sevillano y de la creencia generalizada entre sus habitantes de que, lo que sucede en Sevilla, no ocurre en ninguna otra parte del mundo. Aunque la excentricidad (afortunadamente, para los programas de zapping) llega a todos los rincones del planeta -y, si no, mirad a los americanos-, bien es cierto que lo de mi ciudad no es, ni mucho menos, normal. Burros en azoteas, indios en taparrabos, Risitas y demás fanfarria, Lopera y el Betis, un estadio olímpico abandonado, obreros de derechas... En Sevilla, todo es posible.

Sin duda, estamos especializados en eso de la videncia y el curanderismo. Españoles, nos debéis muchas carca
jadas, muchos momentos cumbre del freakismo que han amenizado vuestra vida. Y es que, aquí, cualquier petimetre es capaz de ver a la virgen, de curar todo tipo de enfermedades con oraciones, de ver extraterrestres e, incluso, de hacer viajes intradimensionales. Eso sí, en conseguir dinero a cambio, tenemos un master porque, si bien tenemos que hacer el tonto para ganarnos la vida, que por lo menos esté bien remunerado.

Ya, en su día, el gran Alfonso Arus (a través de su ángel ejecutor, Cárdenas) nos reveló el increible potencial que la provincia tenía para engendrar curanderos sacacuartos. Para quién no haya tenido pasado o no lo recuerde, Carlos Jesús era (y es) un conocido curandero residente en un importante pueblo de la provincia, llamado Dos Hermanas. Era (y es) una especie de desquiciado con una visión de negocio muy en consonancia con la de un trilero de pura cepa. El alcance sanador del personaje es totalmente constatable en sus propias palabras:
"Una de las cosas más bonitas -sigue diciendo- es la de poder quitarlos virus, he curado a un negro de SIDA y también puedo quitar los virus de las máquinas "ibe-eme-eme", como una empresa en que un técnico llevaba doce horas sin lograrlo. Miré al cielo y dije: "Jesús haz acto de presencia", puse las manos y pum, pum, en un momento, quité los virus de la máquina". (No coments). Según parece, antes de dedicarse a sanar personas y ordenadores, Carlos Jesús era electricista de profesión y, como muchos andaluces de su generación, tuvo que abandonar su pueblo para migrar a otros lugares donde ganarse el pan. Así, nuestro personaje recaló en la SEAT de Barcelona, el lugar donde, según parece, su historia cobró sentido. El culpable: un calambrazo que casi lo electrocuta. El resultado: un trabajador con ansias sanadoras intergalaxiales.

Para realizar sus curaciones, Carlos Jesús se transforma en Micael (o Micaé): "Yo expluso tres veces el aire afuera y entonces ya no soy yo. Cada persona ve a un ser diferente en mí, puede ser Jesús, María, Jacob, o a un ser con una especie de antifaz en los ojos (¿?¿?¿?)... Como los que salen en la película "Cocoon" (¿?¿?¿?), ya que somos hermanos gemelos, o en Cristofer, hijo de la extraterrestre que me enseñó y, espiritualmente, también mío, que es quien se encarga del mantenimiento de las naves (¿?¿?¿?). Ahora -cambia la voz- soy Micael, acabo de bajar de la nave. Carlos Jesús está
en este cuerpo, pero quien os habla es otro". Las interrogaciones las he puesto yo.

No obstante, si de algo puede presumir Sevilla es de tener entre sus habitantes al máximo responsable del cristianismo. Y es que, desde hace algunos años, el verdadero Papa no vive en Ciudad del Vaticano, sino que reside en El Palmar de Troya, una pedanía de Utrera. Aunque parece ser que los asuntos de la Iglesia Palmariana andan un tanto revueltos tras la muerte del Papa Clemente y aunque la organización se ha ido extendiendo internacionalmente, todo sevillano que se precie conoce la historia de "La Voltio".

Parece ser que, en el citado lugar cercano a Utrera, tuvieron lugar una serie de apariciones (de estas de las que es experta Pitita Ridruejo). Lo que, en principio, parecía la recreación del Milagro de Lourdes, con cuatro niñas traviesas de protagonistas, cambió totalmente de rumbo cuando hizo su aparición estelar, en aquellas tierras, Clemente Domingu
ez, alias "La Voltio" (apelativo muy almodovariano). Tras vender a los crédulos parroquianos que la virgen se le había aparecido unas cuantas de veces, se hizo estigmatizar, recibiendo la censura de la propia Iglesia Católica. Tras este rechazo, y la consiguiente excomunión, Clemente excomulgó, a su vez, a la cúpula vaticana y fue nombrado Papa, con el nombre de Gregorio VII por un sacerdote vietnamita (ojo al dato), afín a la causa.

De película. Actualmente no tanto, pero en sus momentos de apogeo la Iglesia Palmariana movió cantidades ingentes de dinero, provenientes de familias de alta posición afines al franquismo. No en valde, Clemente canonizó no sólo a San Francisco Franco, sino también a San Jose Antonio Mártir, a San Adolfo Hitler, a San Cristóbal Colón y a otros tantos. Gracias a estas familias, el patrimonio de la organización creció de tal manera que les permitió construirse, en medio de la nada, una enorme catedral símbolo de su fe (la de la fotico). Actualmente, desarrollan su actividad, príncipalmente, en el extranjero... ya que, parece, que aquí, lo de "La Voltio", no se lo cree nadie.

Por último comentaros que también excomulgaron a otros muchos: al papa Juan Pablo I, al Rey Don Juan Carlos y (esto no es coña) a todos los que habían tenido la oportunidad de ver Jesucristo Superstar. Por lo tanto, hemos de suponer que Camilo Sesto, posiblemente, termine siendo el anticristo. Ya le veía yo un poquito cara de Muñeco Diabólico.

(Y todo esto en Sevilla, ¡oiga!)

domingo, julio 01, 2007

El cuarto de siglo

Hoy cumplo un cuarto de siglo con la sensación de no haberlos vivido como realmente debería. En realidad, tengo queja de la persona que estos 25 años han ido modelando. No soy perfecta, tengo muchísimos fallos, algunos me acompañaran, incluso, de por vida. Sin embargo, me satisface conocer mis debilidades y haber aprendido a sumirlas y a valorarlas.

Quizás, de lo que más me alegro es de haber descubierto, poco a poco, aquellas cosas buenas que residen en mí y que me hacen especial. He aprendido que ser diferente no sólo no tiene que ser negativo, sino que puede ser todo lo contrario. Que lo que parece un complejo, puede ser, para otra persona, un grandísimo don y que pensar diferente, puede ser la clave del cambio de tu mundo.


Pienso todo ello cuando me encuentro delante de la enorme tarta de siempre. La clásica San Marcos de Hipercor que, año tras año, encarga mi madre y que contiene, en cada ocasión, un mensaje distinto. Este año, no está muy concurrida la mesa, pero otros sí que acudieron a la cita miles de rostros que hoy se despliegan fácilmente ante mis ojos. Decenas de personas que, a lo largo de este cuarto de siglo, estuvieron en esta mesa, compartiendo comigo mi felicidad por ser un poquito más mayor, y que hoy han desaparecido de mi vida.

Aquellos días de cumpleaños siempre estaban enmarcados en una vida extremadamente feliz o extremadamente triste. Yo soy así. Como buena cáncer los cambios de humor constituyen una constante en mi vida y en aquellos unos-de-julios pasados nunca existía el término medio. Si un año pasé mi cumpleaños llorando sin consuelo porque me dolía horrores un ansiado piercing que me había hecho en el labio, otro de ellos lo pasé feliz por haber recuperado el amor de uno de mis novios.

Sin embargo, entre todos los cumpleaños de mi vida, siempre me viene a la memoria el día en que cumplí 13 años. Aunque no ocurriera nada especial, lo recuerdo con claridad meriadiana por el simple hecho de que tuvo lugar en una de las épocas de mi vida en la que más feliz he sido. El primer amor no se olvida y yo, con 13 años, tuve la oportunidad, el privilegio, el honor, de recibir el enorme premio, regalo divino, de ver consumadas mis esperanzas y poder salir con el chico de mis sueños. Tras tres penosos años sufriendo porque me quisiera, tras conseguir estar con él, tuvieron que pasar otros tres años para poder olvidarlo. En ese increible 1 de julio del año 1995, me sentía la persona más feliz del universo y aún me emociona pensar en lo que supuso para mí y para el mundo de mis sueños aquel gran logro.

Recuerdo que, para ese cumpleaños, me compré un vestido increible (para aquella época, claro está) con unas mangas sin hombros blancas que me daban un aspecto muy chic, aún estando en esa edad tan mala en cuanto a pavo y acné se refiere. En el antiguo tocadiscos de mi casa, sonaba "Trece velas" de la Onda Vaselina y mi corazón latía exultante de aquella felicidad acumulada. Sin pensarlo, volvería a aquellos días, aún sabiendo lo que tendría que volver a revivir, lo que tendría que volver a llorar y el tiempo que pasaría hasta que volviera a brillar de nuevo. Es posible que, en este 25 cumpleaños, el recuerdo de aquella felicidad infinita, de aquella fe ciega en la esperanza, venga a mí con mayor fuerza. Y es que no pasamos por el mejor momento. Quizás, sea porque, este año, en mi cumpleaños, tocaba estar triste. Quizás. Es cuestión de guión, poco se puede hacer al respecto.

Hasta a aquel primer noviete, que me dio mi primer beso de verdad, debo agradecerle los estragos que, su paso por mi vida, causó en mi carácter. Gracias a él, me convertí en una persona humilde, delicada, empática. Sin embargo, también me volví insegura, acomplejada y triste. Gracias a los dos novios que les siguieron, me convertí en una mejor persona: uno me hizo brillar de nuevo; otro me hizo saber que, pase lo que pase, nunca debo apagarme. A mis padres, por supuesto, por aguantarme. A mi abuela, por criarme. Y a mi hermano, por ser mi más fiel compañero, por alegrarme la vida, por hacerme sentir mucho más joven de lo que soy y por quererme.

(Gracias a vosotros, también, por leerme)



Intentaré, a partir de ahora, pensar así