Cada vez me cae peor Antonio Banderas y, lamentablemente, cada vez es más difícil admitirlo abiertamente en este país en el que se endiosa a cualquiera que pise una alfombra roja. Nuestro Antoniu, representa todo lo que el españolito medio desea. Es guapo, rico, tiene una mujer rubia que pertenece al celuloide (su madre es Tippi Hedren, ¡por dios!) y, posiblemente, posee el mejor trasero de todo Hollywood y alrededores. Consagrado paradigma de lo mediterráneo, nuestro actor más internacional nos fustiga constantemente con sus anuncios de patatas fritas y, en las Navidades, con su colonia, que me pregunto yo que si será la misma que él usa habitualmente (¡que ilusa!).
A cambio, nuestro Antonio nos regala su presencia y el glamour que le rodea. Por ello, se deja ver de cuando en cuando en las celebraciones más importantes del país: pregonero de lujo en una importante fiesta, sitio asegurado debajo de su Cristo más loado,... Si tenemos suerte, cuando finalice su corta pero intensa estancia, nuestro actor nos lanzará una de sus mejores sonrisas prometiendo pasarse de nuevo por la piel de toro "cuando su apretada agenda se lo permita". Posiblemente, si está hablador o el reportero le cae bien, nos comentará sus próximos proyectos intercalando en su marcado acento malagueño palabras en un inglés super cool y glamuroso. En cambio, la mayor parte de las veces, nuestro Antonio se mostrará esquivo y a la defensiva, criticando el exceso de cariño de su añorado país, que no le deja vivir.
Sin embargo, haga lo que haga, Banderas siempre caerá bien. Le cae bien a tu padre, a tu madre, a tu hermano pequeño, a tu pareja, a tu amigo gay y a tu abuela. A diferencia del caso de Penélope Cruz (alias "Pe"), nuestro actor, realice los bodrios que realice, siempre será un magnífico actor. En cambio, la madrileña, es constantemente criticada - y no sin razón - por la calidad de sus películas. Sin embargo, todavía no he visto a "Pe" haciendo una película de las ridículas características de Spy Kids.
Lo que más me incordia de Antonio Banderas es su extraña obsesión con su ciudad: Málaga. Aunque nos consta que el actor realiza veladas en su casa de Vete-tu-a-saber Beach para presentar Andalucía al resto del planeta, a la hora de la verdad, con sus iniciativas personales, el actor sólo vive para levantar y ayudar a su ciudad natal. Y digo yo, ¿sabrán esos exclusivos invitados de sus fiestas que ese jamón tan jugoso que degustan es de Jabugo, que está en Huelva, y que ese maravillo aceite es jienense? ¿conocerán que esa fortaleza mora que contemplan es la Alhambra y está en Granada y que esa maravillosa y extensa playa es de Cádiz?.
Sinceramente, no lo sé ya que los comportamientos del actor son bastante contradictorios. No sólo, cuando viene a España no sale de Málaga, sino que solo invierte en ella y en sus gentes. Un ejemplo magnífico es su nueva película, El Camino de los ingleses, de la que dicen que no es muy buena. En ella, no sólo la trama se desarrolla en dicha ciudad sino que se inspira en una obra de un autor malagueño, siendo gran parte del elenco de esta población. Poco importa que tengas que disponer de actores tan patéticos como Fran Perea (¿o debería decir cantante?), si es malagueño bueno es - debe ser la filosofía del director/actor/cantante Antonio Banderas -. Asimismo, el que, en su día, en una gala de los Oscars, malograra una bonita canción de Jorge Drexler, ha creado una fundación (o algo por el estilo) en Málaga (como no) para promover el cine andaluz, que digo yo que, con la dinámica que está tomando el asunto, será para el cine malagueño.
No me tachen de fascista y antimalagueña (aunque sea difícil que esas dos palabras aparezcan juntas). Entiendo que cada uno se gaste el dinero en lo que le de la gana y en donde le de la gana, pero, por favor, un poquito de respeto. Que nosotros, los andaluces, no necesitamos que nadie nos venda en América, y menos que lo haga un mequetrefe con aires de tango que luego se olvida de su noble causa para darle el parné a los que a él le parezca. Que invierta en su ciudad, yo haría lo mismo. Pero entonces yo no diría SOY ANDALUZ, sino MALAGUEÑO, dejando atrás hipocresías y tontunas. A no ser que le interese eso de llevarse bien con la Junta de Andalucía, para conseguir favores que ahora no vienen al caso ni me importan.
De esta manera, si es usted productor de hollywood le insto desde mi humilde espacio a que no vaya a ninguna fiesta que los Banderas den en su casa. Según me han soplado, el propio Tom Cruise, antes de escribir la esperpéntica Mision Imposible 2, estuvo en una de estas veladas y fijése en el resultado: Procesiones, falleras y fallas, todo al mismo tiempo. ¡Es que manda cojones!.
Les dejo con este video de Antonio Banderas, que a muchos le producirá cierta nostalgia.
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