domingo, agosto 05, 2007

Adios Harry!

Además de ser apetecibles y atractivas al cerebro y al corazón del que accede a ellas, las sagas, ya sean literarias o cinematográficas, deben tener presente dos aspectos muy importantes para su total desarrollo: saber cuando parar y tener un buen final. Aunque estos detalles no sean ni mucho menos fáciles de solventar, ya que el nivel de expectativas y exigencia es alto en el fan, parece ser que J.K. Rowling ha sabido como llevarlos a cabo en su inigualable (e inolvidable) saga sobre el-niño-que-sobrevivió, también conocido como Harry Potter. Después de semanas releyendo volúmenes anteriores, para coger el libro séptimo al vuelo y sin ninguna pérdida de detalle, por fín, ayer, a las 4.00 de la madrugada, en una terraza oscura de un apartamento cercano al mar, terminé la lectura del final de la maravillosa saga mágica que nos ha tenido a algunos en vilo durante bastantes años.

¿Qué puedo decir?

No pudo haberlo hecho mejor. Mis expectativas han quedado colmadas. Terminar una historia tan larga, con tantas vivencias entrelazadas, no debe ser fácil. Con asiduidad queda algún fleco y muchísimas preguntas en el corazón del fan que sin responder. Pero, en "Harry Potter and the Deathly Hallows", el final es redondo, cerrado, esperanzador... A diferencia de otros últimos volúmenes, de otras sagas distintas, en el séptimo volumen de la historia de Harry Potter no queda ninguna ventana abierta a la duda, a la avidez por conocer más o a la tristeza. La llegada a la meta es sumamente pacífica; todo termina como debería haber terminado. Los siete libros, mágicamente, quedan totalmente entrelazados; el final no es comprensible si no eres un experto en todas las peripecias del amigo Harry. Lo vuelvo a repetir: no pudo haberlo hecho mejor.

Muchos pensaréis que los libros de Harry Potter están encaminados a niños, o, en todo caso, a adolescentes. No conozco a ningún niño que haya leído más de dos libros de Rowling, sin embargo, me faltan dedos para contar a las personas mayores de 20 años que se morían por adquirir este último volumen, aunque fuera en inglés. Y es que, la escritora ha sabido adaptar sus libros no sólo al lector que la ha seguido sin tregua durante nueve años, sino a aquellos nuevos adeptos que han ido apareciendo por el camino. Si bien es cierto que sus primeras entregas eran un tanto infantiles y estereotipadas, los últimos libros consiguen alcanzar todo tipo de registros que, a mi entender, un niño de menos de 10 años no llegaría a captar. No pensemos simplemente en la fantasía: en sus interesantes tramas, asimismo, se tocan cuestiones tan serias como el racismo, la drogadicción, las diferencias de clases, el poder del estado y la prensa, así como valores como la amistad, la valentía y el amor.

Cuando hace años comencé a hojear el libro de "Harry Potter y la Piedra Filosofal" que mi hermano tenía guardado, en el más férreo olvido, no era consciente de que me sumergía en un inolvidable e irrepetible viaje que me absorbería días enteros de lectura compulsiva y aislante. Mientras me acercaba al final de su última entrega, tenía enormes ganas de auto infligirme un hechizo que me hiciera olvidar todas las aventuras para poder volverlas a leer de nuevo con la misma expectación que la primera vez. Cuando cerré el libro, con lágrimas en los ojos, salí, de repente, de ese mundo fantástico y de la vida de todas las personas tan maravillosas que alguna vez desfilaron por sus páginas, no sin una extraña melancolía. La misión de todo buen libro de aventuras consiste en hipnotizar lo suficientemente al lector para que este consiga perder de vista la realidad y concentrarse en la apasionante historia. Un punto de fuga, sin lugar a dudas, que la escritora inglesa ha sabido otorgar de forma magistral a sus obras. Cuando se cierra un libro de Harry Potter, la pintura gris que sume a nuestras vidas se hace más presente sin duda. Quien pudiera vivir para siempre entre sus hojas. ¡ADIOS, HARRY!

7 comentarios:

Ray Rudilla dijo...

No soy lector de Harry, pero sí de otras sagas.
Cuando me sumerjo en una saga, la sensación que más se apodera de mí, es la de la impaciencia por la espera del siguiente volumen.
Cuando concluyo la lectura del último titulo, un inmeso y triste vacío es lo que me queda. Puedo releer todas las veces que se me antoje, pero nunca será como la primera vez.
Saludos cordiales

nedrosed dijo...

Recuerdo que cuando terminé el primer libro estaba sonriendo. Desde entonces, cinco libros y muchas sensaciones.

Hace unos días que empecé el último y estoy deseando leer el desenlace que ha preparado la escritora a uno de mis personajes favoritos, Severus Snape.

Anónimo dijo...

A lo mejor al inicio estaban encaminados para niños, los niños que a los 11 o 12 años leyeron el primer libro y ahora , a sus 20 no pueden resistir por leer este ultimo. Buen cierre de la saga, lastima por ese epílogo :(

Anónimo dijo...

Yo soy hijo de las peliculas... decidi desistir de leerme lanto los libros, no se cuando... pero ahora que voya a ser padre se que en su momento una de las cosas que hare sera leerle a mi hija tanto los libros de asterix como de harry potter... aun quedan unos años para que de su juicio definitivo jejeje....

Reparito 2.07

Tony Astonish dijo...

Pues como Reparito, yo soy más "peliculero" y sí que me encantó el mundo mágico y fantástico que dibujaron en la primera parte: ¡¡¡esos sí que son magos!!!... Y la verdad es que me "pica" la curiosidad por leer los libros pero quizás el hecho de que esté tannnn de moda me echa para atrás... Quizás cuando retomen la saga me haga "adepto"...

¡¡Enhorabuena por tus sensaciones Escapista!!...

Besos.

Ray Rudilla dijo...

Desde que encontré tu blog, no he dejado de visitarlo.
Me gusta la opinión que tienes sobre los diferentes temas que tocas.
Es por eso, que he decidido ofrecerte este...

Regalo

FrAn dijo...

He sentido al leer ese libro lo mismo que nos relatas. Es increíble como ha atado al final todo para que concordara adecuadamente.

Un saludo